El typosquatting: La peligrosa confusión

El “typosquatting” es una técnica que aprovechan los “ciberdelincuentes” para aprovecharse de la descoordinación entre nuestro cerebro y nuestros dedos cuando escribimos una dirección web (URL) en nuestro navegador, o simplemente de un error involuntario a la hora de escribir algo en nuestro navegador.
Sí, ya lo veis ¡otro “ING”!, otro “palabro” raro en inglés que vamos a intentar traducir en esta entrada.


Los malos, conocedores de los errores tipográficos que cualquiera podemos cometer a la hora de escribir se adelantan, una vez más, registrando estos sitios Webs “erróneos” y que siempre son similares a los sitios Webs reales, esperando tranquilamente a que cualquiera de nosotros cometamos el error y no rectifiquemos a tiempo.

También es muy probable que, en otras ocasiones, el error sea simplemente producto del desconocimiento, el problema estaría en que realmente no sabemos cuál es la dirección real o no sepamos cómo escribirla correctamente. Y por ello los ciberdelincuentes se adelantan registrando y poniendo a “nuestra entera disposición” esas páginas “erróneas” controladas por ellos mismos.

En alguna ocasión esta técnica de aprovecharse de nuestros errores “tipográficos” producto de que nuestro cerebro va más deprisa que nuestros dedos, son aprovechados por empresas que se nos dirigen a lugares para “bombardearnos” con publicidad mediante SPAM.


No es difícil escribir “Gogle” en vez de “Google”, o “wwwgoogle.es” (sin el punto) en vez de “www.google.es” como ejemplos de errores tipográficos, o “feisbuk” en vez de “facebook” como ejemplo de error cometido ante el desconocimiento de cómo se escribe realmente el dominio de la conocida red social.
No cabe duda que nuestra protección pasa por la instalación de un antivirus, así como mantener activas todas las medidas de protección de nuestros dispositivos que, muy probablemente nos avisarán si accedemos a un sitio malicioso, y si algún “aprovechado” pretende utilizar nuestro error para “regalarnos” cualquier “bichito” o nos invite a facilitar, gratuita y alegremente, nuestra propia privacidad.

Pero lo que nuevamente ha quedado bien claro es que, en Internet …
Nosotros somos nuestra mayor vulnerabilidad, pero también somos nuestro mejor antivirus.
Nos vemos en la red…